El “Niño” que no quería compartir juguetes.

 

Preámbulo: El “Niño” … No se refiere solo al de poca edad, nos referimos también al Niño que cada uno de nosotros tiene en su Interior… y la, o él cuenta cuentos puede cambiar el genero de niño a niña…  o ponerle nombres… según el grupo de oyentes.

***

Hace mucho tiempo, en un país muy lejano…  al norte de la India… o bien, en una casita de campo, vivía un “Niño” con sus padres, que eran ricos.

Los padres le compraban muchos juguetes y él jugaba contento y feliz.

Pero cuando venían otros niños a su casa, el “Niño” no quería compartir los juguetes, es más, cuando un “Niño” le intentaba coger un juguete, él se enfadaba y decía a sus papas que ese “Niño” se fuera de su casa… él, les decía que los juguetes eran solo suyos.

Sus padres le decían que eso no estaba bien, que todos debemos compartir lo que tenemos y por supuesto también los juguetes.

Viendo los padres que el “Niño” no quería comprender, que lo que hacia, No estaba bien, decidieron llamar a un Mago, para que le explicase al “Niño”, el por qué hay que compartir los juguetes.

Buscaron a un mensajero, para que se lo dijera a un Mago que vivía en las montañas… y al cabo de tres días, el Mago se presentó en la casa.

El Mago llama a la puerta… toc – toc– toc…  el “Niño” abrió la puerta – con la previa autorización de sus padres – pues, – como sabéis – los niños no deben abrir la puerta hasta que sus papás se lo digan.

Seguimos: el “Niño” abrió la puerta y apareció un Mago, con barba blanca, ojos muy grandes y misteriosos… tenía un gorro puntiagudo… también llevaba un bastón en la mano izquierda y le mostró una sonrisa, que para el “Niño” era la primera vez que veía una sonrisa tan bonita…

El “Niño”, se quedó boquiabierto al ver al Mago, pues el no había visto nunca a un Mago y su sonrisa le dio confianza.

El “Niño” le preguntó: ¿quien es usted?… soy un Mago, le respondió.

Oh!!!  un Mago y sabe usted hacer Magia… dijo el “Niño”.

El Mago puso las manos abiertas delante del “Niño” … luego las unió, como cuando cogemos el agua con las manos, para lavarnos la cara… las cerró y le dijo al “Niño” sopla entre las manos… el “Niño” sopló y en ese instante él Mago empezó a abrir las manos apareciendo un pajarito precioso…  un pajarito, con un plumaje de muchos colores… y el pajarito piaba y decía, pio… pio… pio… pio… pio… pio… que cómo sabéis los “Niños” quiere decir… soy feliz… soy feliz… soy feliz.

El “Niño” no salía de su asombro y le dijo al Mago… ¿puedo coger el pajarito?

El Mago le dijo: si cógelo, pero luego acércate a la ventana y déjalo en libertad.

El “Niño” después de acariciarlo unos momentos – obedeció al Mago –y soltó al pajarito por la ventana… y le dijo: adiós pajarito… adiós.

El “Niño” estaba muy Feliz y el Mago le dijo: me invitas a un té… el “Niño” responde… Si – por supuesto que Si –.

 Mamá, papá… por favor, podéis preparar un té para todos y para mi un zumo de “naranja”.

Los padres entraron en la cocina y prepararon el té y el zumo de “naranja”.

Mientras tanto… el Mago hablaba con el “Niño” y le decía: me han dicho tus papás que no te gusta compartir los juguetes; ¿es cierto?

¡El niño dijo muy contundente y frunciendo el ceño… si, es cierto… no comparto los juguetes, porque son míos… y solo míos!

El Mago cambió de pregunta y le dijo al niño: ¿qué es lo que más te gusta a ti, aparte de los juguetes?

Los caballos… me encantan los caballos… me gustan muchísimo los caballos.

En ese momento los padres se acercan con la bandeja, en la que traían las tazas, el té y el vaso de zumo.

El padre le sirve el zumo al niño… mientras que la madre se prepara para servir el té en la taza del Mago… El Mago le dice al “Niño” … mira mis manos… el Mago junta las manos… las abre y aparece una esfera con muchos puntitos de luz… el “Niño” no perdía de vista las manos y la esfera llena de puntitos de luz…  el “Niño” decía – ¡es Magia!… es Magia!…­– así es – dijo el Mago.

El “Niño” estaba muy Feliz viendo la esfera y los puntitos de luz… la esfera se fue haciendo más grande… y más grande… y más grande, hasta llenar toda la habitación….  Él “Niño” levantaba las manos como para coger alguno de los puntitos… se lo estaba pasando muy bien y se reía mucho.

De repente… la esfera con los puntitos de luz, se fue haciendo más pequeña y más pequeña hasta que se posó en las manos abiertas del Mago… el Mago cierra las manos y… por arte de Magia… la esfera y los puntitos de luz, desaparecen.

En esos momentos la madre les dice… que os parece si nos tomamos el té y el zumo.

La madre coge la tetera y empieza a llenar la taza del Magoel padre y el “Niño” dirigen toda su Atención, en como la madre vierte el té, ­– poco a poco – … –o suavemente –, en la taza del Mago.

En ese instante…

El Mago le dice al “Niño”, ven … ven conmigo afuera y verás que caballo más maravilloso tengo.

El Mago y el “Niño” salen al jardín…  lo primero que ve el “Niño”, es un precioso caballo.

Rápidamente el “Niño” se da cuenta de que No es un caballo normal… Ostras… ¡es un caballo con alas!… ¡que color más bonito!… ¡como brilla!… es Precioso.

Por favor señor Mago, puedo montarlo… el Mago le dice, No… No puedes montarlo, pues es un caballo muy especial y solo lo pueden montar niños muy puros de corazón… o niños de buen Corazón… que son los que comparten lo que tienen con otros niños y tu me dijiste que no te gustaba compartir.

Así que, quédate un rato mirándolo… mientras voy a pedirle a tus padres que nos esperen para tomar el té y el zumo – eso si – puedes acariciarlo.

Cuando el Mago entro en la casa, el “Niño” acarició al caballo…  y acto seguido… desobedeció las palabras del Mago… se montó en el caballo con alas.

Justo montarse… el caballo empezó a volar.

El “Niño” estaba feliz estaba volando en un caballo y podía ver su casa, desde muy alto y decía yupi… yupi.

El caballo volador dio varias vueltas a la casa y empezó a alejarse… y alejarse, cada vez que daba una vuelta se alejaba más.

El “Niño” le decía al caballo… caballo vuelve a casa… te lo ordeno… y el caballo no hacia caso y seguía volando y cada vez que daba una vuelta, la casa se veía más lejos.

Y el caballo no paraba de volar y el “Niño” lloraba diciendo… quiero volver a casa… snif, snif… pero el caballo… seguía y seguía volando.

Ya casi se hacia de noche y el caballo empezó a descender al lado de un río…  cerca del río había una fuente de agua.

El caballo se aproximó al borde del río y bebió agua.

El “Niño” no quería bajarse del caballo, pues no fuera a ser que, si se bajaba, del caballo, lo mismo se iría.

Pero el “Niño” estaba cansado tenía mucha sed y, así que, se bajo del caballo y fue hacia la fuente para beber agua.

 

El “Niño” se dirige a la fuente y comienza a beber… quedándose unos momentos bebiendo, pues tenia mucha sed… y cuando gira la cabeza… ve que el caballo, ya no está… se había ido.

El “Niño” se encontraba solo y además no sabia donde estaba… pues hace mucho, mucho tiempo la gente no tenia mapas.

El “Niño” empezó a andar y andar y al fondo vio una luz… conforme se iba acercando, comprobó que era una casita… se fue acercando más a la casita y comprobó que al lado de la casita había unos arboles muy grandes… y un río.

Se dirige a la puerta… toc – toc – toc … y tres personas aparecieron ante él… era un padre, una madre y una “Niña”… la “Niña”…  era más o menos de la misma edad que él.

Le invitaron a pasar… y el “Niño”… les contó que vivía en alguna parte del mundo (en la India), pero que no sabia donde vivía exactamente… pues como sabéis, hace mucho tiempo, no había coches, ni carreteras, ni mapas.

El padre le dijo al “Niño”, no te preocupes, te puedes quedar a vivir con nosotros y cuando seas mayor, ya decidirás lo quieres hacer.

Así que se quedo a vivir con ellos… pasaron los días y los años… el “Niño” se hizo mayor y se casó con la hija del padre y de la madre, que lo acogieron… y después de casarse, se quedaron a vivir en casa de sus padres.

Como vivían en casa de los padres, de su esposa, ayudaban a cultivar la tierra…  tuvieron dos hijos y eran muy felices.

Pero un día… el “Niño” – que ya era mayor – tubo que ir a un pueblecito, que estaba a tres días de viaje… a comprar herramientas para el campo.

Cuando volvió se encontró con que la casa ya No estaba, solo estaban los árboles muy grandes que había junto a la casa.

La casa no estaba porque mientras que el estaba en el pueblecito cercano…  hubo una gran riada… y a los padres, esposa e hijos se los había llevado el rio.

Así es como el “Niño” – que ya era mayor – se encontró otra vez solo en un lugar del mundo (de la India), donde no conocía a casi nadie.

El niño estaba triste y se puso a caminar, en dirección al lugar donde el caballo con alas lo dejo… 

Empezó a caminar y caminar… por fin divisó, el río y la fuente…

El “Niño” – que ya era mayor – se quedo un rato “pensando” frente al rio y la fuente y como tenia sed… fue a beber agua de la fuente…  cuando volvió la cabeza, después de beber… y por arte de Magia… en ese momento… (chasquear los dedos) … se encontraba en casa de sus padres…  y él (el “Niño”) … estaba observando como su madre estaba sirviendo el té, al Mago… parecía como si el tiempo no hubiese pasado

Entonces el “Niño” miró con asombro al Mago y le dijo: … pero, pero, pero, si yo estaba en otra parte del mundo… pero si yo he vivido todo y lo recuerdo todo.

Entonces el Mago explicó a sus padres todo lo ocurrido y todo lo vivido… en un instante… mientras que la madre ponía o vertía, el té en la taza…

El Mago explico a los padres: como se fue volando, en un caballo con alas, a un país lejano y todo lo demás.

El Mago se dirige al “Niño” y le dice: has aprendido que en un instante puedes vivir una vida… y debes aprender que, la humilde familia con la que viviste, compartió contigo lo que tenían… Así que debes aprender a compartir lo que tienes, con los niños y con todos los que te rodean.

El “Niño” le dijo al Mago…  si, si, así lo, lo, lo, haré… a partir de ahora compartiré lo que tengo con los demás y también los juguetes.

El “Niño” y él Mago se dieron un Abrazo… nunca te olvidaré, dijeron los dos a la vez… los dos sonreían de una manera muy especial… el “Niño” se dio cuenta de que su sonrisa era muy parecida a la del Mago.

A partir de ese día el “Niño” compartía los juguetes y lo que tenía con los que estaban a su lado.

El “Niño” y sus padres, se quedaron a vivir en la casita… Siendo felices por siempre jamás.

Y colorín colorado, éste cuento se ha acabado.

***

 

Apuntes para los Cuenta Cuentos: el cuento aporta muchas claves que vosotros debéis descubrir; como, por ejemplo: La Impermanencia… (todo cambia constantemente) por lo tanto el Desapego – con Amor – a los Seres y a las cosas es fundamental para vivir Feliz-Mente.                                                                                                   

Otro ejemplo: Compartir… Compartir es muy importante… uno es más Humano cuando comparte, pues compartiendo, el Bienestar se manifiesta en nuestro entorno y en la Sociedad.

Si os resulta repetitivo el nombre de “Niño”, lo cambiáis y lo adaptáis a vosotros, pues vosotros, sois en definitiva quienes vais a Contar el Cuento.

 

Inspiro-Espiro

Con Profundo Amor

Rabsal

 

 


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