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Muchos cuentos tradicionales comienzan con: Hace mucho, mucho, Tiempo, vivían…
El tiempo está presente en el Universo Relativo… y cuando hablamos del tiempo lo consideramos de muchas formas: el tiempo cosmológico, el tiempo cronológico, el tiempo termodinámico, el tiempo psicológico, el tiempo en la física, el tiempo en la filosofía, etc, etc.
Nosotros le dedicaremos, más tiempo, al tiempo filosófico ya que estamos en una Escuela del Alma Filosófica.
El tiempo está presente en nosotros puesto que nuestra mente-pensamiento es dual y el tiempo se mueve en la dualidad.
Sin embargo, cuando descubramos la Verdadera Realidad del tiempo accederemos a la Iluminación de la Autoconsciencia.
El tiempo es el que nos ata al mundo de nombre y forma, siendo la base de la ignorancia.
Por eso gestionar nuestro tiempo en el diario vivir es fundamental para ser Feliz.
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Todos nosotros estamos en el tiempo, somos el tiempo y casi todos tenemos la sensación de no tener tiempo, o no tener suficiente tiempo.
Entonces, ¿qué pasa con nuestra relación con el tiempo?
¿Cómo debemos abordar el tema del tiempo? Algo tan importante en nuestra existencia.
Esto no se enseña en el colegio y sin embargo es un tema muy importante.
En estos tiempos estamos experimentando una imparable aceleración del tiempo.
Y a pesar de que en los países desarrollados tenemos más tiempo… tenemos la sensación de No tener tiempo.
¿Cómo es posible que tengamos más tiempo libre y la vez tener la sensación de no tener tiempo?
Esto provoca en el individuo una crisis, por no saber vivir el tiempo.
El hecho, de que No nos demos cuenta de que se está produciendo una crisis, hace que tengamos una mala relación con el tiempo.
Esta mala relación con el tiempo, es lo que produce conflictos y estrés.
Tenemos que aceptar que el tiempo de las ciudades agrícolas se ha acabado para la mayoría de nosotros.
Hemos entrado en una aceleración que no hará más que crecer y crecer.
Si definimos el tiempo como aquello que mide las transformaciones, lo que está ocurriendo en realidad, es que se están produciendo grandes transformaciones en el mismo espacio tiempo.
Las horas de un campesino medieval son las mismas que las de un ejecutivo de hoy en día.
Sin embargo, hoy día cualquiera de nosotros puede hacer más cosas que cualquier campesino medieval.
Es decir, en un día de nosotros se producen más transformaciones, más cambios, más información, que en un campesino medieval.
Así los inventos de los dos últimos siglos, nos han permitido hacer más cosas en menos tiempo.
Esto hace que caigamos prisioneros de una enfermedad que se llama Avidez, es decir: querer, tener y desear más, de todo.
Así es como tratamos de hacer más cosas en menos tiempo.
Nos volvemos hiperactivos y esta hiperactividad nos conduce al estrés y a un sentimiento de angustia.
Sentimos angustia porque nos da la sensación que son más las cosas que nos quedan sin hacer, que las cosas que estamos haciendo.
Entonces querámoslo o no, estamos succionados por esta imparable aceleración del tiempo.
Esto puede ser comprobado, en todas las facetas de la vida, tanto a nivel privado o medioambiental.
Así vemos que el medio ambiente se está degradando a gran velocidad.
Todo se está acelerando.Lo que en este instante es válido, en el otro instante deja de serlo.
Porque de un momento a otro, recibimos tal cantidad de información del minuto anterior, que el minuto siguiente queda invalidado.
Esto crea una crisis de identidad.
¿Quién soy yo en medio de este torbellino?
Esta crisis de identidad la percibimos en nuestro cuerpo, como aceleración y nerviosismo, en nuestras cambiantes emociones y en nuestros confusos pensamientos.
Podemos decir que hay un desfase entre el ritmo de vida que estamos creando y nuestra capacidad de seguirlo, nuestra capacidad de vivir en armonía con ese ritmo.
Sin embargo, algunas veces nos gustaría parar la maquinaria, pero no sabemos cómo hacerlo y nos sentimos arrastrados, por la dinámica que hemos creado del tiempo.
Así es como nos damos cuenta de la complejidad de la sociedad que estamos creando.
La pregunta es, ¿seremos capaces de navegar en la cresta de la ola o seremos engullidos por la ola?
Este es nuestro trabajo, aprender a manejar los cambios sin venirnos abajo.
La ola va cada vez más rápida y la cuestión es, sabremos mantenernos encima de la ola.
Parece como si fuésemos arrastrados al abismo, pero más bien es un cambio o salto evolutivo.
Para dar el salto evolutivo debemos ser capaces de hacer la transformación interior… Emocional, Mental y Espiritual.
Para que esto sea posible tenemos que entender la naturaleza del tiempo y de lo que está sucediendo.
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ESTRUCTURACIÓN DEL TIEMPO
Cuando hablamos de tiempo hemos de tener en cuenta algunas formas de considerarlo, como por ejemplo: el tiempo cronológico, el tiempo psicológico, el tiempo en la física y el Tiempo filosófico estudiado en Filosofía.
El primero, o cronológico, es medido a través de un procedimiento convencional y no es más que una referencia que necesitamos para orientar nuestros actos, «ya es hora de…», «todavía falta un poco para…», «dentro de media hora…», «aún me queda tiempo para…».
Es lo que podríamos llamar tiempo de acuerdo con el reloj.
El segundo, tiempo el psicológico, está en relación a nuestra consideración o vivencia interna del tiempo y este se dilata o se contrae, según la percepción de nuestro estado psicológico.
El tercero, el tiempo en la física… El tiempo (del latín tempus) es una magnitud física con la que se mide la duración o separación de acontecimientos.
Desde la Física es posible definir al tiempo como la separación de los acontecimientos que son sometidos al cambio. Es también comprendido como un flujo de sucesos.
El tiempo, es una Dimensión Física que representa la sucesión de estados por los que pasa la materia.
El espacio-tiempo es la identidad geométrica de cuatro dimensiones de las que tres son espaciales (x, y, z) y una temporal (t) y en la que, de acuerdo con la Teoría de la Relatividad, se desarrollan todos los sucesos del Universo.
De acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, el tiempo no puede estar separado de las tres dimensiones espaciales, sino que al igual que ellas, éste depende del estado de movimiento del observador.
El cuarto el tiempo en la Filosofía… Desde la Filosofía, el tiempo No es una realidad material, en el sentido de que es imposible percibirlo como fenómeno.
Para el Absoluto o para la Chispa Divina, el tiempo, es un Estado de Conciencia.
El espacio es condición necesaria para que los cuerpos puedan existir y el tiempo es condición necesaria para que los cuerpos puedan cambiar.
Sin embargo, la Conciencia esta más allá del tiempo, porque puede percibir los tres tiempos (pasado-presente y futuro) simultáneamente, o mejor dicho se sitúa en el No-Tiempo… en el Vacío o Vacuidad.
Es más, el tiempo, envuelve una noción relativa que No puede reducirse a datos numéricos.
Dicho esto, nos guste o no, el tiempo, forma parte integrante de la condición humana y ejerce una gran influencia en nuestro diario vivir.
Por eso, no sería razonable considerarlo únicamente como una ilusión y tratarlo como si no existiera.
Sin embargo, es lamentable la carrera desenfrenada que se lleva a cabo contra él y la obsesión de los Humanos, por querer rentabilizarlo, ya que esto va en detrimento de la calidad de vida y de las relaciones humanas.
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¿QUE ES EL TIEMPO?
El tiempo es la medida de la distancia de un punto del espacio a otro.
Sin embargo, en realidad no hay distancia, no hay separación, porque depende de nuestra Imaginación.
El tiempo y el espacio son estados de Conciencia de la Imaginación.
Esto significa que el concepto que el ser humano tiene del tiempo, es un producto artificial, un invento de la imaginación creadora del ser humano o de la autoconsciencia.
Es un invento muy útil cuando se emplea correctamente, pero cuando se abusa de él, como lo hacen la mayoría de las personas, se convierte en una fuente de errores.
Por lo tanto, el tiempo y el espacio son inseparables, porque el tiempo es la medida de la distancia de un punto del espacio a otro.
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Una de las principales fuentes de error en nuestro pensamiento sobre la Chispa Divina, es nuestra tendencia a pensar que está sujeta a las limitaciones del tiempo.
La mayoría de los errores en la vida son resultado de nuestro pensamiento, de que estamos sometidos a las condiciones temporales, cuando la verdad es que nosotros somos seres Eternos.
Por eso decimos que nuestra Chispa Divina (YO SOY)… es Eterna.
YO SOY el principio de todos los principios, No limitado por el tiempo ni el espacio, No sostenido por vínculos de nombre o forma.
Por lo tanto… es imposible vencer la ignorancia y la pasión si el ser humano no libera su consciencia de las limitaciones impuestas sobre ella por su creencia en la realidad del tiempo.
Ésta es la Clave para acceder a la Iluminación de la ignorancia, No hay nada más importante que descubrir la limitación del tiempo y trascender dicha limitación.
Por eso cuando Entiendas lo que Realmente es el Tiempo, abras llegado a lo más alto de la Maestría y más Allá.
La enseñanza Trascendente es descubrir la Realidad del Tiempo.
Dicen los Maestros de Sabiduría que cuando accedamos a la Realidad del Tiempo … – al No-Tiempo – descubriremos que lo que mueve al Tiempo y al No-Tiempo es, el AMOR.
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TIEMPO Y LUZ
No podemos entender el Tiempo, porque nosotros – a través de la mente-pensamiento-dual – estamos en el Tiempo.
No podemos entender la naturaleza del Tiempo, porque nuestra observación es realizada, desde el Tiempo.
Porque la percepción – a través de la mente-pensamiento-dual – es un proceso temporal, que tiene lugar en el Tiempo y por lo tanto esa percepción es una realidad temporal.
Así para poder entender la naturaleza del Tiempo, tenemos que salirnos del Tiempo y observarlo desde más allá del Tiempo, desde el No-Tiempo, desde la Conciencia.
¿Es esto posible?
¿Tenemos la capacidad de trascender nuestros condicionamientos temporales, nuestra individualidad temporal, para experimentar el No-Tiempo?
Las tradiciones Orientales dicen que sí, que es posible experimentar el No-Tiempo.
Las Tradiciones Espirituales ha creado técnicas psicológicas, que permiten, al menos temporalmente, trascender el condicionamiento temporal.
Esta experiencia es percibida en forma de Luz, de Clara Luz.
Así tanto en el mundo científico, como en las Tradiciones Espirituales, el Misterio de la Luz, juega un papel fundamental y central.
Los dos grandes descubrimientos, la teoría de la relatividad y la física cuántica, guardan relación con la Luz.
La teoría de la relatividad se refiere al Macrocosmos y la física cuántica al Microcosmos.
Según Einstein, todo es relativo, pero la Luz es constante.
Einstein descubrió que tanto el Espacio (la percepción espacial), el Tiempo (la percepción temporal) y la percepción de la materia (lo material), son relativos, es decir carecen de entidad en sí.
Es decir, aparecen dependiendo del punto de vista del Observador.
Entonces, si una cosa es distinta dependiendo desde el punto en que la miras, no puede tener una existencia absoluta.
A eso se le llama existencia relativa o Vacuidad.
Tiempo, Espacio y Materia, solo adquieren sentido en relación a la velocidad de la Luz.
Es más, en la teoría de la relatividad, Tiempo, Espacio y Materia, no son tres cosas diferentes, sino tres aspectos de la misma realidad.
Esto quiere decir que cuando un fotón viaja a la velocidad de la Luz, no hay ni Tiempo, ni Espacio.
Podríamos decir que a la velocidad de la Luz un fotón, es Presente Eterno.
A la velocidad de la Luz, un fotón Es.
Este es el Misterio, el Milagro de la velocidad de la Luz.
Esto quiere decir que la Luz es la energía básica del Universo.
La Luz es la energía, antes de la creación del Espacio y del Tiempo, la Luz es la Matriz, la Fuente y el Origen del Espacio, del Tiempo y la materia.
Así la materia entera, no es más que una masa de Luz estable, estabilizada temporalmente.
Por lo tanto, la Luz es esa forma de energía primordial, tan misteriosa, pero que es la fuente de toda la creación, es el substrato del que están hechas todas las cosas.
Al principio fue la Luz.
Y la Conciencia (Kether), es Pura Luz.
La Luz que nos permite comprender todo esto.
Venimos de la Luz, somos Luz, y vamos hacia la Luz, desde nuestro punto de vista, porque desde el punto de vista de la Luz (Conciencia), no pasa nada, no hay millones de años de evolución, todo es como un sueño, todo es como un instante que se desvanece cuando Despertamos, porque la Luz siempre Es.
Los fenómenos no son diferentes de la Vacuidad, y el Vacío es idéntico a la Luz, porque la naturaleza de la Luz, es Vacío.
La Luz no es algo, la Luz no es un objeto, la Luz no es definible.
La Luz crea los fenómenos, (materia).
Todo lo que existe es gracias a la Luz.
Incluso el mundo ilusorio en el cual nos encontramos, es mantenido por la Luz, hasta que alcancemos el Despertar.
Todo es mantenido por la Clara Luz.
Al Samadhi se le llama, transmisión de la Luz.
Así Iluminar-se, es darse cuenta, de que esencialmente somos Seres de Luz.
Todos los Místicos que han experimentado esto, se han mirado hacia adentro y al mirarse a sí mismos, como la naturaleza de la Luz es iluminar, han Iluminado su interior.
La Clara Luz se origina a sí misma y es Eternamente increada, tan poderosa que penetra con su luminosidad nuestras Mentes y Todo.
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El Tiempo y el Espacio, no son sino colores fisiológicos que construye el ojo y la mente-pensamiento-dual, pero nuestra Conciencia es Luz.
La Clara Luz del Ser, sin macula, se Ilumina Eternamente a sí misma.
Esta Luz está en nuestras vidas individuales, en los Universos con sus Espacios-Tiempos-Materias y son olas que aparecen y desaparecen en el Océano de la Luz Original, Eterna, Infinita, Inmutable y Vacua.
El cielo ilimitado, las miríadas de estrellas, el astro solar y lunar y nuestra Tierra, han sido creados por la Luz, Fuente de la Vida.
Esto quiere decir que cuando un Ser experimenta la Clara Luz, se convierte en Luz… porque ya era Luz.
Así la transfiguración de Jesús el Cristo es un ejemplo de los muchos seres que han experimentado la Clara Luz.
La Transfiguración es un fenómeno en el que la materialidad, es reabsorbida en la naturaleza Luminosa.
Cuando conectamos con nuestra naturaleza de Luz, entonces esa Luz Original resplandece a través de nuestra materialidad.
En un Samadhi, sucede que nuestra materialidad parece desaparecer y de pronto nos sentimos como seres ingrávidos, sin Espacio-Tiempo.
La práctica de la Meditación, lo que hace es “desarrollar” este proceso.
Así la práctica de la Meditación, es un proceso a través del cual la Materia se transforma en Energía, la Energía en Conciencia y la Conciencia Es Luz.
Esta es la manera de trascender el Tiempo, porque cuando somos Luz, cuando somos Conciencia, el Tiempo desaparece.
Os recuerdo que la Meditación en Si, No la hacemos nosotros, la Meditación se hace…
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Así pues, ¿cómo pasamos de la percepción temporal de la mente-pensamiento-dual, ubicada en el Tiempo, a la percepción de la No-Mente para vivenciar el No-Tiempo?
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1 comentario
pilar · 02/07/2022 a las 16:09
me ha parecido interesante , algo extenso y intenso , y qué es el tiempo ? y cómo se mide el tiempo ? con profundo amor …..Pilar