El Hombre y la Cabaña

El Hombre y la Cabaña

Hace mucho tiempo vivía un hombre en una gran ciudad…  cansado del ajetreo y la distracción que genera la ciudad, decidió irse al bosque y construirse una cabaña, junto a un rio.

Así que, un día salió de la ciudad en dirección al bosque.  

Varios días después, en un claro del bosque y junto a un rio eligió el lugar donde iba a construir su cabaña.

Marcó el lugar y volvió a la ciudad para conseguir las herramientas para construir su casa pues, utilizaría los arboles como paredes y aislamiento.

Cuando hubo terminado la cabaña… hizo un huerto y finalmente decidió dejar definitivamente la ciudad e irse a vivir al bosque.

El hombre estaba feliz en su cabaña, pues por fin había encontrado la paz mental que tanto necesitaba.

Pasaron los meses y llegó la primavera con todo su esplendor y belleza.

Un día comenzó a escucha un ruido estruendoso y lejano… que cada vez iba aumentando, salió de la cabaña y con gran asombro vio, que el rio estaba aumentando su caudal rápidamente… inmediatamente hecho a correr y pudo salvarse por muy poco, pues el río derribo parte de la cabaña.

El hombre se dijo, que mala suerte… volveré a construirla.

Y así, lo hizo y volvió a construir su cabaña.

Pasaron los meses y llegó la primavera con todo su esplendor y belleza y otra vez el río volvió a crecer y derribó parte de la cabaña.

El hombre se dijo, que mala suerte… volveré a construirla.

Llevaba cuatro años en el bosque y cada primavera sucedía lo mismo y ante lo que el creía que era mala suerte… decidió preguntar a la gente que pasaba cerca de su cabaña.

Un día pasaba cerca de su cabaña una transeúnte, con el cual inició una conversación.

El hombre le comenta el problema que tiene con la cabaña cada primavera.

El transeúnte le dice, mire soy persona religiosa y creo que eso es causa de los pecados que has cometido y dios te esta castigando, si no cometes pecados y eres bueno, dios te premiará y el río bajará su caudal en primavera.

El hombre inmediatamente, pone en practica lo de ser bueno y le regala alimentos del huerto.

Unos días después paso otro transeúnte y el hombre le explica la situación y éste le responde… soy una persona que ha estudiado astrología y creo que los astros están en oposición y cuando se pongan en línea la situación cambiará y la cabaña no será destruida por el río.

El hombre se propuso ser bueno y regalaba las hortalizas de su huerto a cualquier transeúnte que pasaba cerca de su cabaña.   

Y todas las noches –cuando no había nubes que taparan el cielo– salía a ver los astros y mentalmente les pedía que se alineasen con él.

Pasaron los meses y llegó la primavera con todo su esplendor y belleza y otra vez el río volvió a crecer y derribó la mitad de la cabaña.

Y el hombre se dijo, que mala suerte… volveré a construirla.

Y volvió a construir su cabaña.

El hombre quería saber el motivo de su mala suerte y se propuso seguir preguntando a los transeúntes que pasaban cerca de su cabaña.

Unos días después paso un transeúnte y el hombre le explica la situación y el transeúnte le responde… soy una persona versada en la filosofía Oriental y lo que le pasa a usted es que tiene mal Karma, por lo que ha hecho mal anteriormente, en esta vida y en las vidas anteriores… por lo tanto, tiene que ser bueno para que el Karma se disuelva y entonces el río no le destruirá la cabaña.

El hombre se propuso tener buen Karma y regalaba las hortalizas de su huerto a cualquier transeúnte que pasaba cerca de su cabaña, con mucha motivación.

Unos días después paso un transeúnte y el hombre le explica la situación y el transeúnte le responde… soy una persona que cree y confía en dios y si le reza cada día pidiéndole que le proteja su casa, el rio se apartara y no tocará su casa.

El hombre cada día rezaba a dios, para que le protegiera la cabaña.

Pasaron los meses y llegó la primavera con todo su esplendor y belleza y otra vez el río volvió a crecer y derribó parte de la cabaña.

Y el hombre se dijo, que mala suerte… volveré a construirla.

Y volvió a construir su cabaña. Ja ja ja

Pero el hombre quería saber el motivo de su mala suerte, porque, en el lugar elegido, se encontraba bien y se sentía Feliz…

Por lo tanto, se propuso seguir preguntando a los transeúntes que pasaban cerca de su cabaña.

Unos días después paso un transeúnte… el hombre le explica la situación y el transeúnte le responde… mire solo soy un montañero que acaba de bajar de la montaña, esa que podemos ver al fondo.

Si usted me lo permite, le puedo explicar el como resolver eso que usted dice que es mala suerte.

Si le parece mañana por la mañana subimos a la montaña y le explico mi filosofía de vida y la solución al problema que tiene.

Acepto dijo el hombre… mañana a las 7 nos vemos en mi cabaña.

A la mañana siguiente, empiezan a subir la montaña… de vez en cuando se paran y observan la naturaleza en su entorno.

El montañero le explica que subir hasta la cima de la montaña es muy gratificante y que la mente se despeja de tal forma que uno percibe la paz mental.

Al fin llegan a la cima y el montañero le dice al hombre… mira al fondo de la montaña y veras que hay tres bajantes… si observas un poco más, podrás ver, que los tres bajantes coinciden cerca de donde tu tienes la cabaña… cuando la nieve, en primavera, se derrite… baja por los bajantes llegando al río, aumentando su caudal…

Por lo tanto, no es mala suerte, lo que tienes… es que la cabaña está construida en un sitio donde confluyen los bajantes de la montaña.

Si la construyes 30 metros a la izquierda, según baja la corriente del río… es un buen sitio para construir y vivir.

Así que, bajaron la montaña y el hombre invito al montañero a comer las hortalizas del huerto.

El hombre le dio las gracias y le dijo que podía volver cuando quisiera y que gustaría mucho subir a la montaña con él.

Moraleja: El saber y la Sabiduría están en el Interior de cada Ser Humano.

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Inspiro-Espiro

 Con Profundo Amor

 Rabsal

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Posdata: Mis Deseos de que este Blog sea y sirva, para que el ser humano, se convierta a si Mismo, en un Ser Humano Integro.

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Feliz Día