El Apego y el Desapego

Resumen de una Reunión Grupal.

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El apego es una fijación, a veces una obsesión y su hermano gemelo, es el rechazo o aversión.  

Shakyamuni el Buda cuando explica en la Segunda Noble Verdad; el Origen del Sufrimiento dice: la causa del sufrimiento viene dada básicamente por…. El Deseo, el Apego y Aversión.

Y continúa diciendo: La realidad es de naturaleza cambiante. Nada permanece fijo, ni estático.

Todo es cambio..

El apego incluye un error cognitivo… es decir, una percepción deformada de la realidad y una actitud emocional disfuncional… o sea, un déficit de adaptación a la realidad de la Vida.                                                                                                

Cuando encontramos una sensación placentera queremos conservarla, tratamos de aferrarnos a ella para que no desaparezca.

Generamos la ilusión de que podemos conservar la sensación placentera.

Pero no podemos… el placer dura poco… las personas duramos poco… la vida es impermanente.                                                 

La experiencia resultante del deseo – apego y aversión… es dolorosa.

Nos duele perder lo que amamos, lo que hemos conseguido de bueno y de agradable, porque hemos creado la ilusión de que eso era para siempre y para mucho tiempo.

Esto que decimos es de validez universal: a mayor deseo – apego – aversión, mayor sufrimiento.

Suprimir totalmente cualquier forma de apego es muy difícil y en cierta medida está fuera del alcance del ser humano… de momento.

No obstante, debemos ser conscientes de que nuestros apegos – por débiles que sean– generan alguna forma de sufrimiento, dolor o malestar.

Sin embargo, podemos considerar cada pérdida como una gran lección de la impermanencia.             

Si así lo hacemos, nuestros apegos disminuirán y nuestra Felicidad y Bienestar Espiritual, crecerán.

El Desapego

En un mundo impermanente, el desapego, nos acerca a un estado de Paz y Felicidad.
Por lo tanto, en un mundo impermanente, el desapego es la actitud correcta.

Existen dos razones fundamentales por las cuales el desapego es el modo correcto de proceder, como así lo indican las tradiciones filosóficas, Budistas o Hinduistas. 

La primera, la más evidente, tiene que ver con lo racional, de que apegarse a las cosas es actuar de manera ignorante, ya que el mundo que experimentamos cotidianamente, el mundo material (el Samsara), es impermanente.

En sentido filosófico, podemos recordar la famosa frase de Heráclito de que: Uno no se puede bañar en el mismo río dos veces.

El río está fluyendo y cambiando a cada instante… nuestro cuerpo está cambiando, así como nuestras células o nuestros átomos… todos ellos están surgiendo y desapareciendo a cada instante…

La segunda razón fundamental que tiene que ver con el desapego, es: la separación entre el sujeto y el objeto… es decir, la dualidad es lo que produce todo sufrimiento.

La relación sujeto y objeto crea un “yo” que vivencia la vida de forma dual y que archiva en la memoria “su” vivencia.

Sin embargo, los textos Hindúes hablan del Brahman que reside en el Corazón y el Budismo Tántrico habla de la gota indestructible del cuerpo Vajra, hablan de un Yo (en mayúscula), que está más allá de la dualidad y de la mente-pensamiento-dual.

Para acceder al Yo (en mayúscula), hay que liberarse del “yo” mundano o relativo y dual.

Como dice Dogen: Estudiar el Budismo significa estudiarse a sí mismo.

Estudiarse a sí mismo significa olvidarse de sí mismo.

«Olvidarse de sí mismo es ser Iluminado por todas las cosas del universo».

Siempre que exista una identidad individual no podrá haber una identidad universal, siempre que sólo seamos una persona, en un cuerpo, en una mente, No podremos ser la totalidad.

El término sánscrito utilizado en el Budismo para apego o aferramiento describe muy bien esta característica del apego y concretamente dice:  el apego es un obstáculo en el sendero que conduce al Despertar.

Y en cuanto al desapego dice: El desapego es lo que lleva al Nirvana.

El desapego como método en el sendero espiritual está relacionado al principio de la renuncia.

Todas las filosofías, en general, plantean una renuncia a un modo de existencia banal, movido por la ignorancia de querer buscar la felicidad en lo impermanente, en lo material.

Lo cual no debe confundirse con el quietismo, con el eremitismo o con las austeridades extremas.

Ni tampoco pensar qué significa no darle importancia a la vida – muy al contrario – ­el desapego es justo porque se valora la oportunidad que representa la vida para liberarse del sufrimiento, por eso, la practica del desapego es la actitud correcta.

Evidentemente existen corrientes filosóficas que practican la renuncia total al mundo, pero la mayoría de éstas plantea también la posibilidad de actuar en el mundo, pero renunciando a lo mundano o, como dice la frase, estar en el mundo, sin ser del mundo.

«El mundo está encadenado por la acción, excepto cuando la acción es realizada con Desapego».

Y es que – en ese caso – no hay nadie actuando, no hay nadie a quien se pueda adherir la impronta del acto, No hay un “yo” relativo o mundano… cuando la acción la realizamos con Desapego, sólo está el Yo (en mayúscula) manifestándose.

El secreto para realizar la acción correcta es, disfrutar de los objetos que aparecen en el diario vivir, abandonando el deseo-apego-aversión.

En otras palabras, el Discípulo, habiéndose liberado de la identificación con su ego (de su “yo”), No renuncia al mundo sino que renuncia al placer personal y permanece en el mundo actuando e incluso recibiendo activamente sensaciones para ofrecerlas a lo Divino, de lo cual sus sentidos son solo una extensión.

Al colocar la percepción en el “altar” de lo Divino, se produce una especie de alquimia que transmuta las impurezas de su karma y obtiene la liberación.

Esto es el método tántrico esencial, compartido también por el Vajrayana Budista.

Cuando actuamos con Desapego, se realiza la acción correcta o recta acción.

La recta acción se realiza sin apetencia de fruto o de resultado y sin que actúe el “yo” mundano.

Cuando se realiza la acción sin apetencia de fruto y sin que actúe el “yo” mundano    –en el diario vivirimplica cumplir adecuadamente con la responsabilidad de realizar la acción, sólo que sin identificación.

 A este tipo de acción… acción recta o recta acción… se le denomina “Libre Albedrío”.

Por lo tanto, la libertad no estriba en decidir qué acción ha de realizarse, sino en identificarse o no con ella… por sentirse su actor… o por anhelar su posible resultado o consecuencia.

El libre albedrío No radica en una supuesta elección “voluntaria” del sujeto… sino que se basa en la capacidad o No, por parte del individuo, de asociarse a la acción por apropiación o intencionalidad.

Los actos y el destino… de ninguna manera pueden ser cambiados, de igual forma que cuando ha sido impulsada una flecha por el cordel de un arco es imposible modificar la trayectoria hasta el momento final en que impacta con el blanco.

*El Libre Albedrio está en el origen, en la causa donde se origina… acceder a esa causa es acceder al Libre Albedrio… por lo tanto, el “yo” mundano No tiene Libre Albedrio…

Finalmente… el Estudiante o Discípulo, debe cuestionarse el Libre Albedrio y el Desapego, para acceder al Conocimiento y Entendimiento de la Totalidad que Somos.

Koan: En un mundo impermanente, el desapego es la actitud correcta.

Inspiro-Espiro

Con Profundo Amor

Rabsal

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