Fingir y Aparentar – El Actor y la Máscara

 

Fingir y Aparentar – El Actor y la Máscara 

 

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Hoy vamos a compartir la enseñanza, sobre: fingir y aparentar y sobre, el actor y la máscara.

Como sabéis estas enseñanzas y herramientas debemos ponerlas en practica en el diario vivir… para nuestro equilibrio interior y exterior e incorporar la Felicidad.

Fingir* y Aparentar*… son estrategias psicológicas – en base a carencias –, muy extendidas, sobre todo, en la sociedad occidental.

El estudiante tiene que trascender estos estados psicológicos ya que son un obstáculo para acceder a la Paz Mental y para realizarse como un ser Humano Integro.

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Definición de… *fingir.

1. Dar a entender lo que no es cierto.
2. Dar existencia ideal a lo que realmente no la tiene.

Definición de… *aparentar.

1. Manifestar o dar a entender lo que no es o no hay.

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Fingir y aparentar, son estrategias que pueden volverse en contra nuestra… pues mostrar lo que No somos, nos puede generar conflictos a nosotros mismos y con los demás.

Un ejemplo sobre fingir puede ser: fingir que “todo” está bien, o fingir que “todo” está mal… para ser el centro de atención o para la consecución de algo.

Solemos fingir que todo está bien, aunque no lo esté, cuando en realidad No siempre tenemos razones para estar siempre felices y contentos.

Hay circunstancias complicadas que requieren de emociones “negativas” como la tristeza o el enfado.

El hecho de que sean negativas no quiere decir que No sean sanas.

Es decir, es normal sentir tristeza cuando un familiar enferma gravemente.

No hay nada más doloroso que fingir estar bien, cuando algo nos está lastimando por dentro.

Esto acaba volviéndose en nuestra contra, pues acabamos metiéndonos en una espiral que nos absorbe y nos hace sufrir.

¿Sabías que el 70% de las personas que están tristes, fingen estar bien?

Así cuando al Estudiante le preguntan, ¡como estás!… podría utilizar la frase: Estoy Moderadamente* bien…

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*moderado, -da

adj. Que tiene moderación. Que guarda el medio entre los extremos.

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Y sobre el aparentar…un ejemplo puede ser: aparentar que tienes 30 años, cuando en realidad tienes 50 años.

¡Esto no quiere decir que quieras embellecerte, para estar más elegante, o más guapa o guapo, contigo!

Otro ejemplo es: aparentar que tienes dinero y propiedades… o tenerlas de verdad.

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Fingir y aparentar, se da en todos los estamentos de la sociedad, porque en todos los estamentos de la sociedad hay individuos con una mente pensamiento-dual inmadura.

Por ejemplo: Algunos políticos fingen y aparentan, para conseguir sus propios intereses egoístas, mintiendo y engañando a los individuos.

Estos individuos son “maestros” del fingir o aparentar y promueven una sociedad en la que la equidad, el bienestar y la solidaridad, brilla por su ausencia… son lo que llamamos “mala gente”, aunque vistan con elegancia… estos políticos engañan a los demás, pero sobre todo se engañan a si mismos, justificando… lo que sea.

Sus palabras están contaminadas, distorsionadas o mal intencionadas… utilizando la palabras para satisfacer a su ego… a cualquier precio… sin importarles el sufrimiento que ocasionan a los individuos que conforman la sociedad y la humanidad.

Sin embargo, cuando un político tiene claro que es un Servidor de la sociedad y del lugar que ocupa… ya no finge y no aparenta ser lo que No es… puesto que lo que sabe hacer, lo pone al servicio de la sociedad, para el Bienestar de todos los individuos que conforman su Nación y las demás Naciones.

Fingir y aparentar en la espiritualidad también se da, pues hay individuos que quieren fingir o aparentar lo que No son en lo espiritual… sobre todo al principio.

El Estudiante tiene que estar muy atento a estos estados psicológicos de fingir y aparentar, pues son un obstáculo para acceder a la Verdad y lo Real.

Para ello tiene que ser veraz… la verdad es incompatible con los estados psicológicos de fingir y aparentar.

Por lo tanto, con la madurez espiritual y la veteranía, el fingir y aparentar en el Camino o Sendero espiritual, se desvanece…

Nosotros deberíamos expresarnos con naturalidad y no utilizar estrategias como fingir y aparentar, ya que éstas, nos conectan con la mente-pensamiento ilusoria.

El Estudiante ya paso por esa etapa o debería pasar esa etapa… y voy a poner algunos ejemplos, para descubrir si hemos pasado esta etapa psicológica de fingir y aparentar.

Sonreír cuando no nos apetece, intentar caer bien a todo el mundo y procurar ser perfectos resulta bastante agotador, además de un desgaste energético.

No todo está bien ni siempre estamos a gusto, pero parece que estamos obligados a ser personas alegres, felices y tolerantes en todo momento.

El cinismo, la crítica excesiva, el juzgar y exigencias de cualquier naturaleza, etc… – el Estudiante – considera, que ya no son necesarias.

El Estudiante se cuestiona, mezclase con la gente, en el que, la idiotez, lo inhumano, el conflicto, el juzgar a los demás y las comparaciones… – que, para ese tipo de gente –, suele ser lo “normal”, pero que, para el Estudiante ya No son normales, sino que más bien son estados de conciencia inhumanos.

El Estudiante sabe que el mundo en el que vive es diverso y lo acepta, pero evita estar con personas de carácter rígido, inflexible e inhumano y cuando por circunstancias de la vida se ve envuelto con ese grupo de gente, suele aportar lo mejor de si mismo.

Fingir y aparentar, es doloroso, ya es hora de que nos demos cuenta, dejando de utilizar estas estrategias psicológicas.

Hay ciertas etapas en nuestra vida en las que fingir y aparentar, para ser aceptado socialmente, comienza a carecer de sentido y para el Estudiante ya No tiene sentido…

Uno ya no “soporta” algunas cosas, no porque se haya vuelto arrogante, sino simplemente porque uno está en un punto de su vida, en el que no le apetece perder más tiempo… en más de lo mismo… pues ya no necesita, ni quiere, fingir y aparentar… lo que sea.

No tenemos que ser perfectos… por lo tanto, da las gracias a quien te acepta con tus imperfecciones.

Por esta razón, es necesario que nos deshagamos de la obligación de estar siempre perfectos y comencemos a mostrarnos tal y como somos sin fingir y aparentar.

Pues, aunque sea posible engañar a lo demás, es imposible engañar a nuestra Conciencia.

Aparentar ser lo que No somos, nos acaba generando malestar y hasta dolencias como la depresión, la ansiedad, la fatiga, la lentitud, la desesperanza, el insomnio o la irritabilidad.

Debemos procurar ser auténticos, no fingir ni aparentar y mostrarnos tal y como somos en cada momento.

De la misma forma… es importante que nos permitamos cometer errores y que no nos avergoncemos de nuestro pasado… simplemente debemos corregir algunos errores y seguir en nuestro camino de perfeccionamiento Personal y Espiritual.

Os recuerdo que algunos seres de vuestro entorno, no perciben vuestro cambio interior y pueden seguir “viendo” o percibiendo, algún rasgo de vuestra personalidad antigua… así que paciencia.

Lo que pasó, pasó… y pasó para nuestro aprendizaje y el aprendizaje de los seres de nuestro entorno… recordar, somos responsables al cincuenta por ciento, en nuestras relaciones con los demás.

Pues como sabéis, en algunas ocasiones somos los creadores de obstáculos para que los seres de nuestro entorno experimenten… y otras veces somos los agraviados para que nosotros experimentemos, es por eso que somos responsables de nuestras acciones al 50%, en nuestras relaciones con los demás.

Así que no te avergüences de tu pasado, simplemente corrige errores.

El Estudiante, sabe que esta progresando, cuando No repite errores y no solo eso, sino que corrige errores cometidos.

Si afrontamos todo esto, lograremos tratarnos mejor y podremos reinventar nuestra vida.

Porque ésta no nos exige ser perfectos, sino ser Felices, y para poder conseguirlo tenemos que aceptar que no somos perfectos… de momento… pues estamos en una Escuela del Alma recibiendo las herramientas necesarias para llegar a la Maestría, es decir para llegar a ser Maestros de nosotros mismos.

El aprendizaje más importante de nuestra vida es llegar a conocernos, aceptarnos y amarnos, aunque para ello tengamos que desaprender muchas cosas y a desprendernos de creencias y manipulaciones que nos han sometido durante muchos años…

Abre el Ojo de tu mente y atrévete a mirar tu vida, tal cual Es…

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Seguimos: Estamos estudiando el fingir y aparentar, pues, aunque son muy parecidas hay diferencia entre una y otra. 

Mi opinión, es que fingir, es la más extendida de los dos.

Aunque en la actualidad las redes sociales en Internet han promocionado el aparentar, al que le han cambiado el nombre y le llaman postureo… al parecer vivimos en la sociedad de la apariencia, de la realidad virtual*.

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Definición de… * virtual

Que solamente existe de forma aparente y no es real.

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Algunas redes sociales, se dedican claramente a promocionar el postureo… lo que hacen, es desconectar al individuo de la realidad… y eso es lamentable para el individuo, para la sociedad y para la Humanidad.

Así que, No importa la capacidad creativa o artística que se tenga en el fingir, casi todos tenemos un dominio nato, en fingir.

La máscara nos ha atrapado y ya forman parte de nosotros.

La cara se oculta tras la careta.

Hemos aprendido a mostrar la careta y en la mayoría de los casos se ha convertido en un habito.

Y como sabéis los hábitos suelen ser inconscientes, pero si estamos atentos a nuestro continuo mental, conscientemente, los hábitos irán desapareciendo. 

Los hábitos son un gran obstáculo en el Camino o Sendero Espiritual y como sabéis son mascaras.

Si queréis conocer como es una persona, tenéis que convivir con ella un año y podréis comprobar cuales son sus hábitos.

Ahora bien, si queréis conoceros a vosotros mismos, os propongo algo más importante aún… hacer lo mismo con vosotros mismos… dedica un año y auto-observarte, así es como podrás descubrir tus hábitos.

Continuamos… Los niños fingen en cuanto son conscientes de que existen argumentos para conseguir – lo que sea –… los adultos perseveran en la mentira, para satisfacer a su ego… incluso inventan códigos de comportamiento para justificar la falsedad de sus acciones.

Los “amigos” y los “amantes”, se engañan por el bien del otro.

Los “padres” lo hacen por sus hijos y los “gobernantes” por sus “amados” pueblos.       

Los traidores y los cobardes se justifican juzgando a todos por el mismo rasero y cada uno de nosotros, rizando el rizo, finge ante sí mismo.

Fingir ante los demás es de idiotas, pero fingirnos a nosotros mismos, de lo que No somos… y lo sabemos… es participar de una ignorancia ilusoria, que al final generará sufrimiento o atontamiento.

Al fingir nos apartamos de la Realidad y de lo Verdadero.

Fingir es un acto ilusorio… por que al fingir utilizamos la mente-pensamiento en forma de fantasía.  

Y como sabéis una cosa es la fantasía y otra muy distinta es la Imaginación. 

 

La vida es un teatro… y formamos parte de él.En estas condiciones transformamos nuestro mundo en un escenario del que es muy difícil salir… sobre todo si utilizamos las mascaras, con sus correspondientes variantes.

Y fingir y aparentar son mascaras que utiliza el “yo”, el ego.

Cuando alguien actúa sin que nadie le contemple, deja de ser él, para ser su personaje.

El buen actor nos hace creer, lo que No es.

Su virtud reside en seguir siendo él, mientras actúa como otro.

Cuando dice la última palabra del guión, el personaje se desvanece y surge de nuevo la persona de carne y hueso que se refugiaba en palabras y gestos. 

El mal actor acaba confundiéndose con el personaje que representa.

Poco a poco se diluye en él y acaba creyendo ser, lo que No es.

Para el buen actor el “arte” del fingimiento acaba, cuando acaba la actuación, siendo consciente en todo momento de que estaba actuando.

Nosotros debemos ser consciente –en el diario vivir –, de que cuando aparece la mascara de fingir y aparentar (el “yo”), debemos trascenderlo, siendo naturales y No identificarnos con el “yo” ilusorio de fingir y aparentar.

Si observamos en silencio, los comportamientos humanos, no vemos personas, vemos personajes abducidos por la imagen que quieren dar de sí mismos… fingiendo y aparentando ser lo que No son.

Todo comienza por la mentira, basada probablemente en la inseguridad.

Se forma entonces un caparazón que acaba haciéndonos prisioneros.

Uno se siente seguro ahí dentro.

Aceptamos esa cárcel auto impuesta.

Hablamos en boca de otro y acabamos por olvidar quiénes éramos.

Personajes en busca de un autor que les diga lo que tienen que decir, que les quite la responsabilidad de decidir, la capacidad de obrar, o el derecho de disentir.

Niños que imitan, adultos que crean dioses que les guíen, débiles que se apretujan bajo la espada del fuerte, héroes de pies de barro que inventamos para que nos protejan de nosotros mismos.

Todo esto es producto del miedo.

De ese miedo que nos amenaza con dejarnos solos.

Soledad que nos aterra pues en ella no hay escondite.

Sin embargo, el Estudiante sabe que nunca esta solo, que siempre está acompañado.

Nos cae mal, al que osa mostrarse transparente, al que hace de espejo ante nosotros.

Nos cae mal, al que muestra la verdad que tanto tiempo atrás conseguimos olvidar.

Al fingir y aparentar nos ponemos una mascara, engañándonos a nosotros mismos.

Quitarse la máscara se ha convertido en el mayor acto de valentía.

Mostrarse ante los demás tal y como somos, es lo natural.

Decir verdad y desterrar la mentira, sonreír mostrando los dientes, saludar, dar las gracias y siempre dar un paso adelante, es lo correcto.

El actor (la Autoconsciencia), debe ser consciente, cuando interpreta a un personaje… y sobre todo no debe identificarse con él.

Cuando el actor se da cuenta de que está identificado o defendiendo a su personaje, aparece la sonrisa en ella o él y deja de interpretar al personaje Conscientemente.

Luego puede seguir interpretando a su personaje conscientemente, pero sin defenderlo y sonriendo en todo momento, internamente o externamente dependiendo de las circunstancias de la acción.

Y sobre todo, coherencia consciente, en el pensar, decir y hacer.

 

Ahora te toca Ti cuestionarte la enseñanza recibida, mejorándola y perfeccionándola.

 

Inspiro-Espiro.

Con Profundo Amor

Rabsal