El Triángulo Psicológico… Ampliado y corregido 23/10/22
Triángulo de, Salvador – Víctima – Perseguidor…
Resumen de una Reunión de Grupo en Mollerusa, año 2013.
Hoy vamos estudiar el Triángulo del Salvador, la Víctima y el Perseguidor.
Fue el psicólogo Stephen Karpman, quien observó 3 tipos de roles que enturbian las relaciones interpersonales en las distintas organizaciones y grupos: el de salvador, el de víctima y el de perseguidor.
Cuando éstos se imponen en una organización, o grupo, acaban por intoxicarla.
El psicólogo Stephen Karpman identificó 3 estados del “yo” que afectaban a las relaciones interpersonales en todos los ámbitos, en el empresarial, religioso, sindical, sanidad, laboral, familiar, etc… es decir, en CASI, todas las organizaciones sociales y humanas.
Se trata de las personas que ejercen el rol de salvador, el de víctima y el de perseguidor, papeles que asumimos muchas veces sin darnos cuenta, porque, en el fondo, son estrategias equivocadas para ganar afecto, prestigio, poder, o sobrevivir en una organización.
Estos roles son el triángulo dramático en el que, individualmente, como grupo o como organización No debemos incurrir.
Si se habla de triángulo dramático es, no sólo porque son actitudes que tienden a obstruir el buen funcionamiento de los grupos, sino porque también se corre el riesgo de traspaso de estos roles de una persona a otra, cayendo así en un círculo vicioso de carácter casi patológico… y en algunos casos patológico.
¿Cómo los podemos identificar?
El salvador es aquella persona que se impone la obligación de resolver problemas ajenos.
Suelen ser personas que ofrecen su ayuda amablemente, pero en lugar de enseñar a resolver un problema, lo solucionan ellos directamente, sin necesidad aparentemente interesada o egoísta para resaltar su ego.
Cuando ve que el trabajo sobrepasa a algunas personas, las ayuda sin que éstas le hayan solicitado ayuda previamente… y luego suele lamentarse de sobrecarga en su trabajo y del escaso agradecimiento de los compañeros.
La víctima, sería una persona que acepta una responsabilidad sabiendo que No está preparada para ello.
Antes que asumir y reconocer su déficit, prefiere que otro – el salvador – le resuelva el problema.
Al principio, la víctima se siente agradecida, pero a la larga desarrolla un sentimiento de inferioridad y baja autoestima que se vuelve contra el salvador o salvadora.
El perseguidor, es aquella persona que parece quedarse fuera de este juego psicológico, pero, sin embargo, lo observa y lo juzga todo.
Tonto el salvador, que le hace el trabajo a la víctima… la víctima que se atribuye logros inmerecidos, y él que está ahí, como perseguidor, para desenmascarar al salvador y a la víctima, pues el perseguidor quiere “poner las cosas en su sitio”… según las percibe él o ella, bajo el rol de perseguidor… conforman el triángulo psicológico, a nivel del “yo” egoico.
Estos roles son el triángulo dramático en el que, individualmente, como grupo o como organización No debemos incurrir, pues enturbian las relaciones interpersonales.
El Círculo Vicioso
Los tres roles mencionados resultan perniciosos, por subyacer en ellos distintas formas de manipulación, pero también porque no son inamovibles, sino que suelen tornarse intercambiables cuando se impone algún cambio en la organización o en el grupo.
Es decir el perseguidor puede pasar al rol de víctima, la víctima puede pasar al rol de perseguidor y el salvador puede pasar al rol de perseguidor, etc.
¿Cómo Salir del Triángulo Psicológico?
“Cuando las personas interpretan en su vida cualquiera de estos tres papeles del Triángulo Dramático, sufren un gran desgaste fisico, emocional y mental en las relaciones interpersonales y llegan a sentirse mal… entonces lo habitual – como hemos dicho – es que traten de cambiar de papel en la situación que les genera sufrimiento”.
Hay tres vías para corregir y desprenderse de estos estados psicológicos:
De salvador a ayudador empático: Hay que conservar la capacidad de ayudar, pero enseñando, para que cada cual resuelva sus propios problemas.
Para ello hay que aprender a decir No y establecer límites, para no asumir demasiadas cargas ajenas.
Debemos ayudar a los demás, si nos lo piden, pero enseñando a como se hace – lo que sea – para así no crear dependencia.
De víctima a responsable: Si necesitamos ayuda, lo inteligente es pedirla, pero nunca desentenderse del aprendizaje, ni de la búsqueda autónoma de soluciones.
Es decir, adoptar una actitud activa y, si la ayuda pedida no llega, arriesgarse a arbitrar una solución, aunque sea equivocada.
Las personas que juegan de forma habitual al rol de víctima, suelen ser peligrosas, tanto desde un punto de vista profesional, así como a nivel mental y emocional.
Las personas que utilizan el rol de víctimas, suelen estar constantemente exigiendo más de lo que procede… Es preciso tener la valentía de desvelar los juegos psicológicos antes de que se produzcan, así como detectar personas con las que no es recomendable jugar. “Apartarse de ellas… es la mejor opción”.
De perseguidor, a asertivo*
Definición de asertivo… *Asertivo: Que expresa su opinión de manera firme…
Una persona asertiva respeta el derecho del otro a tomar sus propias decisiones, pero también defiende su propio derecho a poner límites.
Conviene, además, aprender a decir lo que se piensa sin herir y procurar resolver los conflictos por la vía del diálogo y la negociación.
Siempre que existe un juego psicológico, esta situación se produce por la participación de los implicados.
Por tanto, tienen que haber dos que participen del juego psicológico, si uno de los dos no juega se desmonta el juego.
Es decir, pese al error de responsabilizar al otro de determinada situación, – aún siendo cierto –, es importante profundizar en torno al comportamiento propio.
Tres perfiles del Triángulo Dramático…
Existen tres perfiles que forman parte del triángulo dramático de Karpman.
Por medio de la participación de estos roles surgen los juegos psicológicos que se establecen y se mantienen en los vínculos con los demás.
El rol del salvador
El deseo de ayudar es el ingrediente que destaca a simple vista en quien asume este papel.
Sin embargo, por medio de su propia disposición genera un vínculo de dependencia con la persona a la que ayuda.
Ya que asume como una responsabilidad propia el hecho de salvar al otro.
Incluso aunque no haya recibido esta petición de ayuda.
Una persona que adopta este rol de manera frecuente puede terminar desbordada por la responsabilidad de tantas cuestiones.
Pone sobre sí misma el peso de ser indispensable.
En consecuencia, genera vínculos de necesidad que alimenta con su participación en el juego psicológico.
¿Por qué este tipo de ayuda no es eficaz? Porque más allá de la buena intención, el resultado de esta acción no es positiva para él o ella, ni para la persona ayudada.
No incrementa su empoderamiento, sino su dependencia por medio de la sobreprotección.
No se trata de una ayuda condicionada por el desinterés absoluto, sino por el deseo de tener poder sobre los demás… o por el deseo de recibir afecto… por ejemplo.
De hecho, – en algunos casos – el salvador también puede sentir frustración cuando siente que las personas de su entorno no le agradecen lo suficiente, todo lo que hace por ellas.
El rol de víctima
Otro de los perfiles observables es el de aquel que se posiciona en una situación de inferioridad respecto a los demás.
Demanda el apoyo de un salvador que se ocupe de solucionar aquello que siente que le desborda… o que no quiere resolver por ella misma.
Esta falta de confianza en uno mismo influye en la propia autoestima personal.
Porque, además, la víctima se compara con los demás.
Cuando una persona se comporta de este modo no lidera su vida desde el horizonte de la libertad y de su esencia como protagonista.
Sino que se condiciona a sí misma con creencias limitantes que la mantienen en una posición de estancamiento, pero también de comodidad – en cierto sentido – al evitar su propia responsabilidad.
Para abandonar este rol es importante asumir la incomodidad que puede producir el hecho de salir fuera de la zona de confort.
Además, la sensación de indefensión acompaña a quien se encuentra en esta posición.
Y se reafirma en esta postura a través del “no puedo hacerlo”… “me duele una zona del cuerpo”… “tengo una enfermedad”… y más estrategias para seguir en su rol de víctima, etc … y así controlar a los seres de su entorno”.
La persona que repite el rol de víctima de manera habitual puede avanzar cuando toma consciencia de cómo le condiciona esta situación.
Para ello, tendrá que marcarse nuevos objetivos. Metas para descubrirse a sí misma desde la perspectiva de todo aquello que puede hacer.
El rol del perseguidor
La mirada del perseguidor es la de quien juzga de manera negativa, tanto el comportamiento del salvador, como el de la víctima.
Este rol también queda de manifiesto por medio de la energía negativa que acompaña al juicio constante y que afecta al estado de ánimo, de uno mismo y el de las personas con quien se relaciona.
El perseguidor, lleva al plano personal las decisiones de los demás porque valora la realidad (su realidad), creyendo que las cosas deberían ser tal y como él o ella supone.
¿Qué ingrediente puede ayudar a una persona que repite de forma frecuente el rol del perseguidor?… La Comprensión.
Debes comprender que cada ser humano es diferente. Y, por lo tanto, cada historia también tiene muchas variables distintas y que tú No conoces la totalidad de la historia personal de cada ser humano.
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Ser responsable…
Definición de responsable… Que es consciente de sus obligaciones y actúa conforme a ellas.
El proceso de hacerse responsable implica que cada persona, se dé cuenta, de si esta interpretando algún rol de los tres que hemos mencionado, pues esto afectara en sus relaciones con los seres de su entorno.
Este hecho influye en el bienestar personal y en la calidad de los vínculos afectivos gracias a la mejora de la comunicación.
Como hemos dicho… estos tres estados de consciencia, pueden manifestarse en distintas esferas de la vida.
Por ejemplo: En las relaciones de pareja, en los vínculos de familia, en las relaciones de amistad, la empresa, en las organizaciones y por supuesto en los grupos “espirituales”..
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Así en las relaciones humanas en las que prima la manipulación, también suelen tomar forma los tres estados psicológicos existenciales: salvador, víctima y perseguidor.
Los tres roles son máscaras que algunas personas adoptan para encubrir sus inseguridades, sus frustraciones y su poca autoestima.
El psicólogo Stephen Karpman fue quien postuló la idea de que, en las relaciones humanas poco genuinas, con frecuencia se instalan mecanismos de manipulación que él llamo “juegos de control”.
En los mismos, los involucrados terminan adoptando básicamente tres roles o posturas existenciales: víctima, perseguidor y salvador.
Estas posturas existenciales son propias de relaciones humanas que carecen de autenticidad.
No hay un vínculo basado en la verdad, sino, precisamente, en un “juego de control” mutuo.
Estos roles nos impiden ver quiénes somos en realidad y quiénes son los otros.
Salvador, víctima y perseguidor, son máscaras para encubrir nuestro deseo de no crecer, de no madurar, como seres Humanos Íntegros.
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Máscaras enfrentadas
Definiciones de víctima, perseguidor y salvador
Las características de cada uno de ellos son las siguientes:
Salvador… Tiene que ver con la actitud que se caracteriza por tomar sobre los hombros las responsabilidades, que No le competen.
Ofrecen una ayuda falsa, pues su contribución no hace que los demás crezcan, sino que, por el contrario, fomentan la dependencia.
Víctima… Corresponde a quienes se relacionan con los demás adoptando una actitud de indefensión y una característica es… estar a la defensiva.
No saben, no pueden, no logran.
Buscan que los demás les ayuden, o los apoyen, pero al mismo tiempo se quejan de su condición, pues no quieren responsabilizarse de su vida, pues no quieren ser maduros, porque madurar significa salir de su zona de confort y dejar de ser egoístas.
Ponen sobre los hombros de los otros sus responsabilidades.
Perseguidor… El perseguidor es aquel que se mantiene al margen de las situaciones, al menos en apariencia.
Lo suyo es juzgar a los demás, cosa que hacen con extrema severidad.
El perseguidor señala a todos sus errores y goza – de algún modo –, generando sufrimiento fisico, emocional y mental en los otros.
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Un triángulo dramático
Salvador, víctima y perseguidor, son máscaras con diferentes facetas, son “yoes”.
El salvador, que parece ser el más simpático de la triada, necesita que lo necesiten.
Sin embargo, su ayuda no siempre es desinteresada.
También se siente insignificante y busca que los demás dependan de él para sentirse reconocido, poder, o ganar el afecto de otros.
Sin embargo, se queja porque a veces se siente explotado.
El salvador puede pasar fácilmente a la posición de víctima.
La víctima, por ejemplo, puede llegar a manipular y a aprovecharse de los demás, amparada en su supuesta indefensión.
Al mismo tiempo, nutre su sentimiento de falta de valía y su inseguridad.
Piensa que por ser alguien carente de – lo que sea –, merece comprensión incondicional.
Y fácilmente se puede convierte en agresor o agresora.
El perseguidor, por su parte, vuelca sobre los demás sus propias frustraciones.
Busca que los otros le otorguen cierta autoridad o relevancia por la vía de erigirse en juez y parte.
Aprende a visibilizarse, ante los demás, a través de sus crueldades y sus intimidaciones.
En general, se muestran muy cobardes en el momento de enfrentar sus miedos, o a alguien que tiene trascendidos los tres roles de salvador, víctima y perseguidor.
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El Triángulo Psicológico en la Escuela
El Estudiante No debe entrar en ninguno de los tres roles, de salvador, víctima y perseguidor.
El rol de salvador en el Estudiante…
El rol de salvador – como hemos dicho anteriormente – se puede dar, en todos los estamentos grupales y por supuesto en algunos grupos religiosos, espirituales, esotéricos y exotéricos.
Algunos individuos que entran en estos grupos, ya entran con la idea de salvarse a sí mismos… o de salvar a los demás.
El Estudiante de la Escuela, No debe entrar en el estado de consciencia de salvador, diciendo que la enseñanza es la única o la mejor, en todo caso puede decir que –hasta ahora, es la mejor enseñanza que ha conocido.
El estudiante No debe tener la actitud de querer salvar a alguien, porque el Estudiante sabe qué No hay nada que salvar y de hecho el Estudiante, ha aprendido – en la Escuela del Alma – que somos inmortales, que la Chispa Divina de cada ser Humano es inmortal y por correspondencia su Alma y sabe que lo único que es mortal, es su cuerpo… por lo tanto No hay nada que salvar, porque cuando llega el final del cuerpo fisico… Uno sigue Vivo.
El Estudiante sabe que la “salvación”… es, salir de la ignorancia y eso se hace recibiendo la instrucción para obtener Sabiduría, pero es el Alma individual de cada ser humano, la que tiene que recorrer el Sendero, hacia la Iluminación de la ignorancia… por lo tanto, nosotros no podemos salvar a nadie.
Un estudiante solo comparte lo que sabe, al igual que el Instructor o Maestro… el Instructor o Maestro de la Tradición comparte su saber, no intenta inculcar su saber, solo comparte el Dharma.
El Instructor os dice una y otra vez, que No hay que seguir a los Instructores y Maestros, que solo debemos seguir las enseñanzas del Dharma.
El Instructor os dice que, aunque el que habla (el que escribe), lo hace desde el Corazón y que No tiene ningún interés, en conseguir algo de vosotros.
El Instructor os dice que, la intención es de solo compartir, por eso os digo que solo debéis seguir las Enseñanzas del Dharma.
Siempre os digo que El Instructor o el Maestro tiene su propio Karma que experimentar y a No ser que sea un Maestro Exento, No es perfecto.
Coincidir con un Maestro Exento es difícil, aunque no imposible, el que os habla, (el que escribe), ha estado en contacto con varios Maestros Exentos.
Pero como os digo siempre… el que os habla, es un Instructor, simplemente.
Y como sabéis la Instrucción que recibís… bien sea de un Instructor o de un Maestro, debéis cuestionarla, mejorarla y perfeccionarla, a través de Escuchar, Reflexionar y Meditar.
Este Instructor tiene todo lo necesario para vivir dignamente y practica el Desapego.
Practico el Desapego, con Profundo Amor y Respeto hacia cada uno de vosotros, poniendo en práctica conscientemente, el No Juzgar, el No Juzgaros… pues sé, que cada uno de vosotros, tenéis un nivel evolutivo distinto… ni mejor ni peor, que otro ser Humano… el vuestro.
Cada uno de nosotros tiene un nivel evolutivo distinto y solo el que tiene el Don de la Clarividencia de “Ver” el Karma de un ser Humano, puede juzgar su manera de pensar, de decir, o de hacer… lo que pasa, es que, cuando se tiene el Don de la Clarividencia de “Ver” el Karma de un ser Humano, ya no Juzga, pues sabe que el Karma que está experimentando ese Ser Humano es el correcto… que No hay error, que es Perfecto.
El Estudiante sabe que el Diseño, de lo que cada Ser Humano va a experimentar, en cada encarnación, – a través de su parte Humana – es Diseñado por su Chispa Divina y como sabéis la Chispa Divina de cada uno de nosotros está conectada con la Ley del Karma… por lo tanto… todo lo que experimenta un Ser Humano es Perfecto.
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El rol de víctima en el Estudiante… el Estudiante, no debe comportarse como víctima… por qué, porque que le da su poder a otro, u otros seres humanos, para que decidan por ella o el… lo que debe pensar, o lo que debe decir, o lo que debe hacer … con su vida, su salud, su tiempo libre, etc.
El rol de víctima es muy utilizado por el individuo común, bien sea para reclamar atención, para ser el centro de atención, o como estrategia para conseguir – lo que sea – a costa de otro, o de otros.
Al individuo común… el rol de víctima, en principio, les da buenos resultados, pero cuando se convierte en habito, dicha estrategia, entonces los seres de su entorno se cansan de ese rol de víctima y tarde o temprano acaban solos/as… o consiguen que la gente pase de ellos/as.
El Estudiante No debe entrar en el rol de víctima, pues es un estado de consciencia muy negativo, para uno mismo y para los demás.
Un ejemplo de cuando se junta una persona con el rol de salvador y otra con el rol de víctima.
Un médico con el rol de salvador – aunque lo haga de buena fe –, si actúa de salvador, ante un paciente, – con el rol de víctima –, diciéndole al paciente, que él, es el profesional y que si hace lo que le digo, se curará… tarde o temprano, el médico tendrá problemas… porque mientras que su diagnóstico y el medicamento funcionen, la víctima pondrá al médico en un pedestal.
Ahora bien, como el diagnóstico o el medicamento no funcionen, entonces la víctima, puede pasar a ser perseguidor o perseguidora, intentando humillar, o desprestigiar al médico
¿Porque ocurre esto?… por que si el médico, No actúa con el rol de salvador y le dice al paciente… – que viene con el rol de víctima –, mire usted como profesional que soy conozco una posible solución a su enfermedad y le voy a decir cómo hacerlo.
Pongo mis conocimientos a su disposición y usted debe seguir las intrusiones que le entrego, es decir yo pongo un 50% y usted el otro 50%, y con esto conseguiremos que usted Sane.
Y esa es la clave, si cada uno pone en práctica las instrucciones recibidas… el rol de salvador y víctima desaparece.
El rol de salvador y víctima, no solo actúa con el médico, también con la pareja, con los hijos, el entorno familiar, en gropos organizados, en el trabajo, etc…
Por eso no hay que confundir el dolor fisico, con el rol de víctima, pues la víctima utiliza cualquier dolor, o se lo inventa, para sacar al “yo” de víctima y así poder conseguir lo que quiere.
El rol de víctima es lamentable, pues convierte al ser humano, en víctima de sí mismo.
El Estudiante No debe entrar en los estados de consciencia de salvador y de víctima, porque son un obstáculo en el desenvolvimiento espiritual.
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El rol de perseguidor en el Estudiante… El Estudiante debe comprende y aceptar, que los seres humanos no son perfectos y que uno tampoco es perfecto.
El Estudiante debe incorporar esta enseñanza para No entrar en este estado psicológico tan lamentable referente al ejemplo anterior de: Un médico con el rol de salvador y el paciente con el rol de víctima.
Aquí es donde actúa el individuo que se mueve en un estado de consciencia de perseguidor, al que podríamos llamar también una persona resentida… el perseguidor pasa a la acción en el mejor de los casos intentando desprestigiar al médico y esto sucede porque – como dijimos anteriormente– el médico no aplicó la Ley del 50%.
El perseguidor (el resentido), es un estado de consciencia similar a la venganza, el resentido es vengativo, sobre todo porque considera que los demás deben hacer lo que él o ella dicen, no siendo así y considerando que tiene la verdad y que es merecedor más que otros de, – lo que sea –, pasan a la acción, con resentimiento, con actitud vengativa, persiguiendo a quien se ponga en contra de sus caprichos, porque suelen ser mentes caprichosas.
El estudiante No debe entrar en estos estados de consciencia, poniendo en práctica, el Amor al prójimo o el Amor y la Compasión, aceptando que los seres Humanos, No son perfectos y por correspondencia que Uno no es perfecto… poniendo en práctica el servicio desinteresado a los seres de su entorno… practicando el altruismo y poniendo en práctica todas las herramientas recibidas en la Escuela, cada una en su momento preciso.
La Humanidad y los seres Humanos están dando un salto evolutivo, en esta Era de Acuario, que como sabéis, su finalidad es la consecución de una Humanidad Fraterna… para ello debemos ir trascendiendo la personalidad “negativa”, creando una nueva personalidad de Belleza.
Por tanto, debemos trascender estos tres estados psicológicos de salvador, víctima y perseguidor, que obstaculizan el acceso a ser realmente Seres Humanos Íntegros, o Seres Espirituales.
Finalizamos con… Sé Feliz, “eso sí que depende de Tí ”… con comillas, o sin comillas. ¿Cómo lo escribirías Tú?
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Inspiro-Espiro
Con Profundo Amor
Rabsal
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Posdata: Mis Deseos de que este Blog sea y sirva, para que el ser humano, se convierta a si Mismo, en un Ser Humano Integro.
Si consideráis que este Blog, es de Beneficio para Todos los Seres, podéis compartirlo con los seres de vuestro entorno y más allá.
La dirección es: www.escueladelalma.es
También poniendo: Blog de Rabsal
Os recuerdo que hay un Video para ver, en el apartado de “Conferencias” Congreso de Huesca y debajo de – Viniste a Ser Feliz No te lo Pierdas –.
Feliz Día
4 commentarios
Nekane · 23/09/2021 a las 14:08
Como siempre se nos recalca en la escuela el instante presente es lo que nos hace estar conscientes en todo momento. El estar consciente es lo que nos lleva a descubrir que “yo” es el que estamos utilizando. Los roles del salvador de la víctima y del perseguidor son unos “yoes” muy sutiles y debemos estar muy alertas para detectarlos. El camino del conocimiento a veces puede resultar un poquito cansado, pero más cansado y más tortuoso es vivir en la más absoluta ignorancia.🕉
Dechen · 23/09/2021 a las 14:19
Todas en algún momento hemos tenido a alguien e incluso nosotras, que en determinadas ocasiones hemos necesitado de la empatía de una amiga. Y eso está bien, perfecto, pero cuando esa persona solo nos llama para quejas, tenemos que estar muy atentas, ya que nuestra mente, No es el basurero de Nadie!!!!!
Bastante tenemos con nuestros conflictos internos. De hecho cuando aprendemos a escuchar, las personas que vienen a nosotras para descargarse y se sienten escuchadas ellas mismas encuentran su respuesta. Así que en vez de salvadores, tenemos que saber escuchar! 💜
Dolors · 23/09/2021 a las 14:26
Moltíssimes gràcies per aquest treball, molt interessant y aclaridor. Seguin aprenent cada dia!!!🙏🏻
Dominique · 23/09/2021 a las 20:33
Ce triangle psychologique est un difficile à comprendre, mais je suppose qu’avec de l’attention et le travail de chaque jour, il sera plus facile à détecter. Merci pour le partager. 💕